La transformación digital está en marcha. Está simplificando muchas cosas, haciéndolas más efectivas y sostenibles. También está cambiando la forma en que trabajamos. Por ejemplo, el lugar de trabajo ya no importa tanto. Los días en que todos trabajaban desde las oficinas de la empresa han quedado atrás. Muchas reuniones con clientes y asociados comerciales ahora se realizan en línea, lo que reduce los viajes. El mantenimiento remoto se ha vuelto la norma.

El aumento de las aplicaciones en la nube y el trabajo remoto está llevando a la mayoría de las empresas a cambiar de MPLS a tecnologías distribuidas basadas en internet (como SD-WAN) que proporcionan acceso directo a la nube a todas las entidades en la red. Esto elimina el cuello de botella que crea el acceso centralizado a la red. Además, las líneas de acceso a internet son más rentables. Eso es una ventaja, especialmente cuando varios sitios o regiones geográficas requieren conectividad de alta velocidad.

Sin embargo, el empleo de tecnologías de red basadas en internet como SD-WAN requiere una revisión exhaustiva de la arquitectura de seguridad. Esto se debe a que el tráfico ahora se está extendiendo más allá de la red privada y viajando a través de líneas de internet públicas. Una red descentralizada que permite el acceso directo a las nubes también exige una nueva arquitectura para garantizar que la seguridad se extienda a cada punto final.

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